El hallazgo en el
fondo del mar del cuerpo de una de las dos niñas desaparecidas a
fines de abril junto a su padre ha causado conmoción en
España.
Un equipo de búsqueda
encontró este jueves, a una profundidad de 1.000 metros en las
costas de Tenerife, el cuerpo de Olivia Gimeno Zimmermann,
de 6 años.
La pequeña y su hermana
Anna, de un año, desaparecieron el pasado 27 de
abril, día en que su padre, Tomás Gimeno, de 37 años,
debía entregarlas en casa de su exesposa, Beatriz
Zimmermann, tras pasar la tarde con las pequeñas.
Nunca devolvió a las
niñas, aunque Beatriz Zimmermann y las autoridades mantenían las
esperanzas de que estuvieran con vida, por lo que el hallazgo del
cuerpo de Olivia ha sido un duro golpe.
"No puedo imaginar el
dolor de la madre de las pequeñas Anna y Olivia, desaparecidas en
Tenerife, ante la terrible noticia que acabamos de conocer", dijo
el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez.
Las autoridades aún
buscan aAnnay a su padre por mar y tierra.
La tarde del 27 de abril,
Gimeno recogió a sus dos hijas para llevarlas a cenar, según las
investigaciones.
Primero se presentó en la
casa de su exesposa para recoger a Anna. Luego fue a por Olivia a
una práctica del colegio en Santa Cruz de Tenerife, en Islas
Canarias.
Se trasladó con ambas
niñas al municipio de Igueste de Candelaria, según han explicado la
Guardia Civil y autoridades locales.
Más tarde esa misma noche
del 27 de abril, Gimeno fue visto en el embarcaderodel
Puerto Deportivo Marina de la Cruz deTenerife. Las
cámaras de seguridad registraron su presencia, pero no se le vio
acompañado de las niñas.
Sin embargo, el hombre
hizo dos viajes a su auto para llevar seis bolsas a la
embarcación que tenía atracada en ese esa marina deportiva del
norte de la ciudad.
Se sabe que realizó dos
viajes en su bote.
En el primero, la Guardia
Civil se encontró con Gimeno y lo amonestó por saltarse el toque de
queda vigente entonces en Tenerife por la pandemia de covid-19.
A su vuelta a tierra, dos
horas después, volvió sin las bolsas que subió a su bote y estuvo
un rato cargando su teléfono celular.
Se sabe que tuvo
variasconversaciones telefónicascon Beatriz
Zimmermann, a quien le dijo que nunca más volvería a ver a
las niñas ni tampoco a él.
Pasada la medianoche,
volvió a zarpar y ya no regresó a tierra.
El barco de Gimeno fue
encontrado sin nadie abordo y sin el ancla al día siguiente,
cerca de Puertito de Güímar, al sur de Tenerife.
Desde entonces comenzó la
búsqueda de la Guardia Civil y las autoridades locales, a la que se
sumó el Instituto Oceanográfico Español con el buque "Ángeles
Alvariño" especializado en reconocimiento del fondo marino.
El rastreo con un robot
se ha apoyado en los datos de geolocalización del celular de
Gimeno.
El pasado 7 de junio, se
encontró una botella de aire comprimido y una funda de edredón de
Gimeno, lo que daba indicios de un posible punto de rastro de las
niñas y el padre.
Luego de más operaciones
de rastreo, las autoridades informaron este jueves del hallazgo de
un cuerpo a 1.000 metros de profundidad ue más tarde confirmaron
como el cadáver de Olivia Gimeno Zimmerman.
Estaba en una bolsa
atada al ancla faltante del barco de su padre.
Zimmermann había estado
publicando en redes sociales sobre su caso en las últimas semanas.
Decía que los recientes hallazgos de objetos como la botella de
aire eran un intento de engaño de su exesposo.
"Estoy más positiva que
nunca porque creo que todo esto es un escenario", dijo esta semana
en un audio difundido por medios españoles. Decía que si Gimeno
hubiera cometido "una locura tan sumamente grave" como atentar
contra sus hijas, lo hubiese realizado de forma "mucho más rápida y
sencilla".
Pero no ha ofrecido más
declaraciones sobre el hallazgo del cuerpo de este jueves.
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